La pintora de mi abuela...

Hace un tiempo que venia pidiéndola, hasta que la semana pasada la tuve en mi poder,
dobladita y bien planchada la tome en mis manos y la abracé ya era mía, la pintora azul con flores muy pequeñas de la Ena, mi abuela que hace tan poco me dejo acá con tanta pena, llorando por su partida, dándome cuanta de cuan egoísta continuaba siendo en mi vida.

Era su pintora, esa que usaba diariamente y aun cuando estaba lavada y planchada seguía con su olor, yo quería que esa prenda me acompañara mientras pintaba, pero al llegar a casa la puse sobre mi silla de trabajo y demoré mucho en persuadirme a usarla y cuando por fin lo hice temía macharla.

La cuidé mucho durante unos días y no estaba muy cómoda trabajando con ella puesta, hasta que una noche ya tarde comencé a mezclar colores, ( me encanta hacerlo) me deje llevar por la pasión que siento transformando, pintando, lijando, mezclando…que olvide que podía ensuciar aquel delantal tan amado…cuando me di cuenta estaba manchada y en mis manos había un pedazo de madera transformado en algo hermoso, suave, de colores vivos, y me di cuenta que esta pintora ya no era suya, que no importaba cuanto la cuidara, no era su olor el que debía permanecer aunque yo deseara que fuera así, sino que poco a poco ella se iría impregnando de mi, de mi esencia, de mi olor, de mi pintura, en ella quedara siempre un poquito de de mis obras, mis trabajos, es mía ahora porque esa noche ella me la regaló junto con la certeza de que siempre me acompañara y estará junto a mi observando todo lo bello que mis manos pueden crear…

Sigues acá abuela , en mi corazón… y en mis ojos aun no ha parado de llover