CONFESIONES...

Confieso que he pecado, innumerable y reiteradamente, con alevosía y premeditación, en plena conciencia y sin sentirme culpable.

Confieso que los 10 mandamientos no forman parte de mi cultura ética y que si existen es posible que ya me los haya comido todos.

Confieso que los siete pecados capitales son parte de mi vida diaria y los manejo los controlo, los vigilo y los reconozco con gran destreza por lo que evito que salgan al exterior y me dejen al descubierto.

Confieso que mi piel de cordero debe ser cambiada cada 30 días porque se descose y al hacerlo puede asomar algún atisbo de la loba que llevo oculta.

Confieso que no es fácil para mí confesar porque del 100% solo revelo un 10%

Confieso que voy armada hasta los dientes para que no me dañen y temo que con todas estas defensas sigo sintiéndome vulnerable.

Confieso que tengo miedos enormes e inexplicables como a la muerte por ejemplo, pero también tengo miedos que son peores y fundamentados como el miedo que te tengo a ti…aún.

Confieso que vivo alerta porque me siento vigilada… una vez mas… por ti.

Confieso que no soy tal dulce como creen, que mi sonrisa a veces no es verdadera y que digo lo siento y sinceramente no lo estoy sintiendo.

Confieso que algunas conversaciones me aburren como ostra y finjo escuchar y luego no recuerdo lo que me han confidenciado, aunque por una parte eso es bueno ¿o no?

Confieso que paso de un estado al otro sin mucho esfuerzo y que de una felicidad enorme podría arreglármelas para sacar una historia muy triste.

Confieso que mi imaginación es amplia al igual que mi criterio, mí mentalidad, mi tolerancia y mi fascinación por la diversidad.

Confieso que he probado casi todo lo que he querido probar en la vida, y que aun me queda mucho que seguir descubriendo.

Confieso que nada me asombra, todo lo que pudo hacerlo pasó hace ya mucho rato.

Confieso que tengo amigas que son pero fingen no serlo, otras que son y parecen no serlo, otras que son y les da igual y otras que no son y pareciera que si. ( lo que sea queda a criterio del que lee)

Confieso que conozco gente oscura y tenebrosa como la maldad y gente blanca y reluciente como la luz.

Confieso que ambas me atraen hasta la medula porque son mundos nuevos por descubrir y aprender.

Confieso que soy luz, jamás podría ser sombra.

Confieso que soy rinoceronte y que busco rodearme de ellos, no me gustan las vacas rumiantes, aunque a veces me mimetice con algunas de ellas.

Confieso que me gustaría derribar muchos obstáculos en mi vida, así como un rino, arremetiendo, arrasando, cruzar la barrera y comer ese pasto que esta en el campo de enfrente no importando nada ni nadie.

Confieso que soy rencorosa y tengo dolores antiguos aun sangrando, que mi corazón tiene muchos parches y se siente cansado a veces.

Confieso que he llorado muchísimo, que he sufrido muchísimo, la mayoría de las veces sola y callada.

Confieso que la vida me ha cobrado intereses muy altos por algunos pecados que he callado y de los cuales hay pocos testigos.

Confieso que me he sentido muy sola y en algún momento he querido morir.

Confieso que se me ha pasado enseguida porque no soy una cobarde.

Confieso que en mi vida he tomado malas decisiones, algunas simplemente no las he tomado y otras las he dejado pasar por comodidad o ¿por temor?

Confieso que tal vez no soy tan valiente como yo creo, pero aunque me cague de susto le doy pa lante no más.

Confieso que… y dónde esta el ron?? Me encanta el ron!!!!!!!

Confieso que la cerveza me cura, me da sueño y me hace dar jugo y como ustedes saben, siempre digna después de un copete, la evito porque puede ser poco beneficiosa para un desenlace interesante en una noche de copas.

Confieso que me gusta el vino, porque el vino es bueno!! Porque encuentro atractivo y sensual su color rojo, porque su sabor es sexy y porque en una mesa romántica me desarma.

Confieso que por hoy me canse de confesar…