sábado, 3 de noviembre de 2007

Abuela...


Vienes a mis recuerdos tan nítida , tan joven , tan vital que hasta puedo oler esas comidas maravillosas que hacías en la cocina de Lo Espejo en la casona de mi infancia,
Cazuelas, guisos y ese magnifico pastel de porotos verdes que era mi debilidad.

Te veía tan imponente con tu carácter tan fuerte y dominante, tus deseos eran ordenes y tus ordenes se cumplían.

Tus brazos fuertes ( esos que yo herede ) cosecharon todo aquello que alcanzo a dejarnos el tata antes de partir, tus manos blancas sin dudarlo sacrificaban un par de esas gallinas para el almuerzo familiar de fin de semana.

Hiciste de esta familia un matriarcado, marcado por la gran cantidad de mujeres que la conforman, heredaste a cada una de nosotras mucho de ti aunque a veces lo neguemos, tu fortaleza, tu carácter, tu amor por la familia.( aunque tal vez no hubiese sido malo heredar también el pelo rojo de las Altamirano)

Me siento orgullosa de tu herencia viejita, porque las mujeres de esta familia vienen de buena sepa, seguras, luchadoras, decididas, osadas, fuertes, sinceras, honestas y bien hembras como tu…pero abueli…¿por que no me heredaste el gusto por la cocina? Uff me cuesta tanto entrar en ella!!!!

Los almuerzos familiares son casi aquelarres, de cada cinco mujeres hay un hombre
…algunas de nosotras hemos aportado con uno a la familia pero no pidas mas es lo que hay, es un clan de féminas y eso me encanta.

Sabemos que te repondrás, sabemos que saldrás incólume de este paso. Porque eres una mujer sana, valiente, con una energía poderosa, energía que caracteriza a tus hijas, tus nietas, tus bisnietas, aunque solo algunas la hayan descubierto.

Te amamos, te necesitamos , te esperamos…

Tu familia.


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