Llega un momento en que desconectar la cabeza del corazón resulta difícil, hay que forzar a uno de los dos a la retirada, y es allí donde aparecen las dificultades, las dudas sobre cual podrá ser la opción correcta, porque de esta decisión podría depender el resto de tu vida.
Generalmente no nos arriesgamos, somos cobardes y preferimos desconectar el corazón, ese músculo en el cual recaen todos nuestros pesares y malos amores, a veces tormentosos, otras furtivos, escondidos, imposibles, violentos, fugaces, apasionados, eternos…
Se pueden mezclar entre si, un amor puede ser eterno e imposible, violento y apasionado, escondido y fugaz, solitario y dolido, podría estar toda la noche mezclándolos , el asunto es…somos capaces de vivirlos sin temor?
A concho, hasta que te roben el aliento, arriesgando todo, comprometiendo todo, apostándolo todo, ofreciéndolo todo…importando la nada si sufrirás, si perderás, si serás feliz, si existe esperanza o si será para siempre?
Pocos se aventuran al peligro y no es porque no les llame la atención… para nada!!
Todos quieren jugar el juego, todos quieren apostar a ganador, pero nadie quiere arriesgarse a perder… es mas nadie quiere perder.
Es por eso que se opta por utilizar la cabeza, el raciocinio, el criterio..es una forma de protegerte para no tener que tomar decisiones, para no tener que sentir.
Ir donde el corazón te lleve resulta casi incomprensible para algunos, es cosa de locos, yo creo que eso es valentía, osadía, yo creo que eso es libertad…
Con muchisimo cariño
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