Cambio mi pecho por vida...

Cuando me lo dijiste sentí algo así como una tolvanera de viento que paso junto a mí, muy rápido y dejando una estela que solo alcance a entender en el momento en que cortaste el teléfono y la brisa de tu remolino desapareció.

Médico, enfermedad, cáncer y operación fueron las palabras que quedaron dando vuelta en mi cabeza, no entendía, ¿me dijo… cáncer?, ¿acaso me dijo…cáncer de mamas?, me detuve un momento e intente pensar en una sola cosa a la vez, concentrarme bien en aquella información que me habías dado, ordenarla y comprenderla, tu me dijiste exactamente “ fui al médico, estoy enferma, tengo cáncer en la mama derecha y me operaran para extirparla” eso…eso fue precisamente lo que me contaste.

Pretendí incorporarme, pararme de la silla en la que estaba sentada pero estaba absorta pensando que aquella mujer con la que acababa de hablar era mi amiga, la madre de tres hijos, el mas pequeño de casi 3 años, esta mujer hermosa, alta, distinguida, alegre y radiante de energía la que se desbordaba por sus ojos, esa que siempre a tenido la capacidad de dejarme funcionando a full, porque es casi imposible no seguir su ritmo cuando esta cerca.

Mujer de sonrisa fácil y sin pelos en la lengua, no es difícil quererla así como tampoco lo es odiarla, con personalidad irreverente y mucho carácter es un placer ser su amiga, aunque confieso que fui elegida, es un grato privilegio para mi ser merecedora de su amistad, gracias…fue una buena elección te felicito amiga.

Trate de comprender aquello por lo que estabas pasando, es difícil ser empática en estas situaciones, decidí que lo mejor que podría hacer era enviar la información que me habías pedido lo antes posible, que de algo sirviera mi conocimiento y trabajar donde justamente debías ser atendida, por lo tanto intente ser útil y clara para que todo fluyera rápidamente y sin demoras.

Y…fue todo tan precipitado que mi disco duro no alcanzo a computarizar y mi sensor del sufrimiento por terceras personas no alcanzo a activarse porque al darme cuenta ya estaba camino a la Clínica para verte después de tu operación.

Durante el trayecto pensaba en la mejor manera de abordarte, en que quizás seria preciso contenerte, en que debía decir las palabras precisas ni más ni menos, en no ser desubicada con algún comentario de esos sin filtro que me salen de repente, me autocensure y me di muchas indicaciones mientras caminaba por el pasillo en dirección a tu habitación con una flor de Maravilla en mis manos, una flor…incluso me cuestioné si era indicada para la ocasión…

Al tomar tu mano y ver tu sonrisa se borraron todos los miedos que tenia antes de entrar en tu pieza, y manó la amistad y el cariño, no fue preciso recordar las indicaciones que yo misma me había dado, no fue ni siquiera necesario hablar demasiado, las preguntas precisas y las respuestas precisas como siempre ha sido…me diste una lección gigantesca… “no me importa esta pechuga amiga…lo único importante es que estoy viva…”

Seguirás viva porque tienes tres hermosos hijos que requieren tu presencia y tiranía, porque tienes muchos planes, porque comenzabas a construir nuevamente tu felicidad y debes terminar ese edificio, porque te queremos re tanto (aquellos que aprendimos a hacerlo) porque nos haces falta en la directiva del curso, porque te necesitamos en el stand de los anticuchos este año nuevamente y porque tienes mucha vida por delante.

De vuelta a casa mientras bajábamos hacia la panamericana no pude evadir aquello que estaba latente y lo manifesté mientras palpaba mis pechos “tiene sólo dos años mas que yo, aún no cumple los cuarenta, (edad en la se supone que podría manifestarse este tipo de cáncer), tenia hace un año este cáncer…” (Cáncer devastador que arremete contra nuestra vanidad, contra nuestra esencia …)

“Es un poco mayor que yo…” y mirándote a los ojos te digo… “¿tu crees que será necesario…?” no alcance a contestar, me interrumpiste… “sabía que dirías algo así antes de llegar a casa… y si, lo creo, absolutamente”

El cáncer de mamas es una de las principales enfermedades que afecta a las chilenas. El cáncer de mamas ha tenido una baja en la edad de las afectadas, pero con un diagnóstico precoz la situación puede ser reversible.

En Mayo de 2006, la cantante colombiana Soraya perdió la batalla contra el cáncer. Tenía tan sólo 36 años y a los 30 le diagnosticaron por primera vez cáncer de mamas. Luego de un arduo tratamiento para recuperarse la enfermedad volvió a la carga y ya no pudo librarse de ella.

Antes, los cánceres se desarrollaban principalmente en mujeres entre 45 y 55 años. Era considerado un mal que se presentaba prácticamente en mujeres menopáusicas. Sin embargo, hoy en día, la mayoría de los casos se da entre los 25 y 35 años, una baja de edad considerable tomando en cuenta el rango de edad anterior.

A pesar de que no se conocen las causas exactas de porqué esto ocurre, se especula que el medio ambiente en el que las mujeres se desenvuelven actualmente sería un componente relevante. Los hábitos de alimentación, el uso de anticonceptivos y los altos niveles de estrés son algunos de los factores que podrían estar influyendo en este cambio.

En Chile, el cáncer de mama es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres, luego del de vesícula "lamentablemente en nuestro país existe muy poco criterio de medicina preventiva. La gente gasta plata en teñirse el pelo, en masajes, en cremas, en cualquier cosa. Pero con respecto a la salud, no van al médico si no sienten algo extraño".

Lo importante es tener en cuenta que un cáncer no siempre es palpable, puede estar ahí aunque no se sienta. Una detección prematura tiene probabilidades de un 97 por ciento de sobrevida. Por eso, hay que tener en cuenta los métodos de prevención para no lamentar un diagnóstico negativo que se pudo evitar.

Con cariño y preocupación.