jueves, 27 de diciembre de 2007

Quijotes, Da Vincis, Dalis...


Y …si hablamos de locuras, de enloquecer, por algo, por alguien… locura viene del latín delirare que significa desviar el surco, algo así como rechazar las normas, delirar, por que o por quien lo sabrá quien delira, el echo es que la locura comienza cuando la razón no razona.


Hay quienes dicen que la locura es destructiva, autodestructiva incluso, ¿será?, me han cautivado locos lindos, como Dalí por ejemplo, ¿o es que ese sería solo un payaso extravagante, osado y atrevido que no hizo caso a los cánones de su época, o Leonardo que no dejo que las limitaciones de sus tiempos tan primitivos lo encasillaran y le evitaran volar?


Y el loco mas lindo de la literatura, ¿que seria de algunos de nosotros si Don Quijote no hubiese tenido la garra para luchar contra los molinos de viento aun cuando eran tan altos, enormes, anchos y él tan flaco y enjuto?


Todos tenemos ese grado de locura, algunos en proporciones exageradas, otras mas normales y existen aquellos que pobres!!! jamás han experimentado la adrenalina de vivirla, ¿valdrá la pena morir sin sentirla?


Y…ahora me pregunto ¿cuales son las locuras que valen la pena vivir? O tal vez la pregunta es otra, ¿cuales son las cosas por las que vale la pena volverse loco?


Hay cosas tan simples… pareces una loca cuando sonríes sola recordando algo y cuando te das cuenta vas en un vagón de metro rodeada por gente que cansada y con gesto extraño te mira y te sientes ridícula, o cuando exhausta te tiras al sofá después de haber bailado frenéticamente completamente sola en el living de tu casa con el volumen a toda maquina y las cortinas cerradas para que nadie mas que tú fuese testigo de tamaña demencia, quien no se ha sentido un poco loco cuando al mirase al espejo a echo gestos con la cara, ensayado expresiones e incluso alguna propuesta de amor, una mirada furiosa, libidinosa, apasionada…


Si!!! Hablemos de locuras, esas que se hacen por amor…por conseguir un beso mas, por verlo un momento mas, por amarla un ratito mas, por robar un espacio mas al tiempo, por hacer lo que sea para que te ame o por demostrarlo, esa enajenación que te enceguece cuando sientes celos, te hace confundir y sólo ves aquello que tu deseas ver, esa locura que te hace gritar fuerte al viento que lo amas, que lo odias, o simplemente ahogas un alarido solo por descargar toda esa energía que llevas dentro, a veces es hasta placentero, terapéutico, medicinal…


Es posible que todos en alguna medida, en alguna oportunidad hayamos pasado el límite entre la cordura y la locura, es una línea imperceptible difícil de enfocar, grandes aquellos que vivieron con ella, porque si así no hubiese sido seguiríamos siendo primitivos, porque no habría existido la audacia, la osadía, el riesgo, la valentía, el coraje de enfrentar algo nuevo, eso que esta por venir y que no sabes como plantear.


Se les quiere locos lindos…

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