jueves, 22 de febrero de 2007

Mi playa...


De pie frente al mar, respiro profundo tratando de guardar todo aquello dentro de mi, para hacerlo perdurar, con la loquísima idea de que aquel olor , el de mi playa se vendría conmigo al final de nuestro encuentro, tendríamos diez días para compartir, para desafiarnos , seducirnos, conquistarnos…volvernos a amar. Pero mas allá de mi romance con esas aguas claras y tranquilas, mi espíritu necesitaba encontrar algo ...algo que le faltaba; yo, buscaba incansablemente pertenecer.
Durante el transcurso del viaje pensé muchísimo en los motivos y las extrañas fuerzas que me llevaban hasta aquel pueblo polvoriento, desértico, agonizante y que me obligaban a volver después de tantos años.
Cuando los vi, los palpe, los abrace supe que eran ellos los que me ataban fuertemente a este pedazo de tierra, que eran estas tres redes las que me mantenian vigorosamente atada a las rocas de mi playa en donde mi alma se nutria de una energia poderosa algo desconocida para mi.
Me vine finalmente con aquello que fui a buscar, aquello que es y a sido mío por siempre me vine con la seguridad de que es mi sangre y mis raíces la que me unen a este pueblo ya no tan seco, ya no tan moribundo porque están ellos…me vine teniendo en claro que debo volver porque dependo del mar ( y no cualquier mar) para sobrevivir…regrese tras haberlo conquistado y haber logrado adentrarme en él y coquetear con todas tus olas, esas mismas olas que alguna vez intentaron matarme…

1 comentario:

  1. Muy bonito lo que has escrito. A mi me encanta el mar y la playa.
    Un saludo y mucha suerte con tu blog

    ResponderEliminar

Deja tus gotas de rocio: