martes, 12 de abril de 2011

Compartiendo el insomnio.

Hoy me senté y pensé en aprovechar mi noctambulismo y escribir un cuento, no era fácil, despertar la sesera del letargo del frío, resultó casi imposible, pensar acerca de qué trataría resultó el otro tanto...un cuento que hable de qué? o de quien?, contarles un cuento, ¡pero si la vida esta llena de ellos! venir yo a contarles otro? me resulto casi chistoso y digo casi porque ya mencione el frío que me tiene hasta los gestos congelados... aunque ¿ será el frío??.

Entonces intentando salir de mi déficit atencional que se posaba en las letras que rodean mi ordenador, fijé la mirada en la luna...¿luna? ¿dije luna? ¿pero que luna? si esta completamente escondida por las nubes...yo buscando musas en ella...por eso no las encuentro.

Amenazante cielo, pensé y regresé al escritorio convencida de que necesitaba un café, elixir divino y pagano, ordenar algunos papeles y comenzar a corregir notas, algún trabajo, algún guión, en fin ALGO POR FAVOR!

Porque mis ojos normalmente pequeños, la vedad que con un par de redbull se agrandan y porfían dormir...es que rindo mas en las noches...pienso yo.

Y no hay nada que lleve a ese cuento, con las ganas que tengo de cuentear! perdón! de contar, obvio, contar historias...en forma de cuentos, como los que alguna vez mas de alguien me ha contado.

Busco mis notas, encuentro algunos escritos viejos... demasiado cursis, hoy no estoy para eso, otros muy dramáticos, para dramas...la vida! ¿Románticos?, de romance, de romances, de romané, de Roma.... ¡Roma! que gran Imperio! poderoso, inteligente, independiente, guerrero, culto, ambicioso, lujurioso, pecador, sodomítico, inescrupuloso, cosmopolita, intenso...antiguo, muy antiguo...como el romance.

Encuentro cosas escritas hace mil años ( es solo un decir tal vez 1 año o 6 meses cuando me visitaban las musas perdidas en la luna) me hacen reír, seguramente a ustedes también los haría reír, saber que de pronto soy estúpida, pero, como no es siempre y mas bien son pocos los que me hacen sentir así...obviare esos escritos, no son para dominio público definitivamente.

Y me enfrasco entonces en una sarta de palabras que aveces ni yo entiendo pero...juntas son casi casi coherentes, y me gustan, tal vez un/a loco/a las comprenda y, como en alguna oportunidad ya he dicho, comienzo a intentar recordar cosas que no han sucedido...

Los recuerdos llegan si, y muy fácilmente, ese es un problema grabe en mi, nunca olvido...sonrío porque con algunos me siento algo tonta, algo torpe, algo inválida...que ridiculez ¿no? otros me sonrojan y me roban un gemido ahogado en el pecho, y pienso en ¡como pude hacerlo! y otros ... me hacen sentir francamente muy mal por lo que mejor los bloqueo, hoy no quiero, no estoy en fase de autoflajelacion ( nunca lo estoy) ,eso queda para...otros.

Y entonces...era un cuento ¿verdad?... aquello que yo quería escribir hoy, a eso me refiero, aveces pienso que un cuento es un engaño...¿será? entonces todos aquellos cuentos que nos leían cuando pequeños son solo mentiras, crecemos rodeados de mentiras, pues bien, aveces nos cuentan uno tan bonito que llegamos a creerlo...luego cuando el castillo se derrumba porque era de cartón, descubrimos que el Príncipe Azul era un sapo verde y el reino un charco maloliente y nauseabundo.

Naaa mejor no contar cuentos, sigo esperando que llegue algo, una chispa de inspiración...hilar palabras es complicado sobretodo cuando aun no me sirvo aquel café tan deseado pero, es que cuando los dedos corretean por el teclado ya no hay quien los detenga pues van acordes con mi cabeza, ¿de donde saca mi cabeza las palabras?, me lo pregunto porque nisiquiera estoy pensando en algo coherente que contar. Es solo la necesidad desbordante y loca de escribir, me atropello porque hace tiempo que no nacían tan fluidas aunque aún no se qué dicen, no quiero hacer un alto para averiguarlo pues podría cortar el hilo, el hilo plateado que la une, desordenadamente ordenadas, irán a alguna parte pienso yo.

Hago un alto porque REALMENTE NECESITO ESE CAFE y sucede que entre la escala y la cocina se me ocurre algo de qué escribir algo entretenido que los pueda mantener interesados durante algunos momentos...por eso me apronto a escribirlo antes de que mi déficit atencional haga que la mitad de aquello se esfume con el frío...tomo mi café, me acomodo en la silla y...ha perdón, me despido...debo escribir...hasta otra oportunidad cuando se me ocurra compartir mi noctambulismo...


PD...he regresado...

Gotitas friolentas!









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